miércoles, 4 de agosto de 2021

Valladolid, Oviedo y Gijón

Todo tiene sus ventajas y cumplir la importante edad de los 60, que tan abrumadores pueden parecer, tiene la virtud de poder solicitar la tarjeta dorada de Renfe. Para estrenarla yo, decidimos hacer un viaje en tren conectado varías ciudades. La primera ha sido Valladolid.

VALLADOLID 



Día 1 ( por la tarde):

Desde la estación de tren a nuestro hotel fuimos andando por el Paseo de Recoletos, calle al borde del Campo Grande, para desembocar en la Plaza de Zorrilla y ya comprobamos que era una ciudad muy tranquila. En la primera tarde dimos un buen paseo por sus calles y plazas descubriendo lugares en los que luego habríamos de detenernos para empaparnos más de su hermosa arquitectura y belleza.

Aunque habíamos buceado por internet para tener un conocimiento previo de lo que había que ver en Valladolid y teníamos referencias de sitios a través de las novelas de César Pérez Gellida, nos gusta siempre dirigirnos a la oficina de turismo porque a mí me encanta ir con el mapa, saber por donde voy y estar ubicada siempre. La oficina que visitamos se encuentra en la Plaza de San Benito y justo allí  descubrimos uno de los edificios más destacados de la historia de Valladolid, el convento e iglesia de San Benito, de estilo gótico aunque no lo represente  la fachada, que es posterior y que estaba concebida como torre porticada con campanario y que tuvo que ser derribado por amenaza de ruina. Esta iglesia fue despojada de las más importantes obras que  poseía tras la desamortización de Mendizabal (retablo, sillería del coro, etc) y, como pudimos comprobar al día siguiente, se encuentran en el Museo Nacional de escultura, en el colegio de San Gregorio.

  Iglesia de San Benito   

En uno de los claustros del Monasterio de San Benito ( rodeando la Iglesia), se ubica el Museo de arte contemporáneo, concretamente en el conocido como Patio Herreriano, realizado a finales del siglo XVI siguiendo el estilo de la época (herreriano) aunque posteriormente ha sido rehabilitado. En este museo nos encontramos alguna instalación muy interesante como las de Amaya Bombín  y Soledad Sevilla o las fotografías de Piedad Isla.

                            Patio Herreriano

Dedicamos lo que nos quedaba de día a dar pequeños "pantallazos de retina" a numerosos sitios que luego queríamos visitar más despacio y llegamos a la Plaza Mayor al anochecer, justo para cenar y disfrutar del ambiente nocturno que es muy agradable debido a la iluminación.

 Plaza Mayor y Ayuntamiento

Día 2:

Al día siguiente fuimos primero a dar un paseo por el Parque Campo Grande recomendado por ser un precioso jardín romántico en el centro de la ciudad  y en concreto para nosotros por ser uno de los escenarios donde César Pérez Gellida, un gran escritor de novela negra,  sitúa acontecimientos de sus libros. En verano se agradece disfrutar de la sombra de una gran variedad de árboles, de sus fuentes y del estanque. También se ven ardillas, pavos y numerosas aves.

  Parque Campo Grande

Fuimos luego a visitar los edificios emblemáticos que el día anterior solo divisamos por fuera. En primer lugar la Iglesia de San Pablo, antiguo convento de los dominicos del que hoy solo se conserva la iglesia, de estilo gótico y con una hermosa fachada estupendamente esculpida en estilo hispano-flamenco. Piezas arquitectónicas destacables del interior del templo son las portadas interiores localizadas a ambos lados del crucero.

  Iglesia de San Pablo
  
      
     

Adosado a la Iglesia de San Pablo se halla el Colegio de San Gregorio que alberga el Museo Nacional de Escultura. En su arquitectura destacan la portada, la crestería que remata la fachada y el patio grande. El patio grande es otra de las joyas de la arquitectura hispano-flamenca, de planta cuadrada y cuyo piso superior tiene una galería muy decorada con arcos y pretiles de verdadera filigrana.

 Fachada del colegio de San Gregorio, museo Nacional de Escultura

 Patio del Colegio de San Gregorio

Si bonito es el edificio, la colección escultórica que contiene no lo es menos, pues alberga numerosas obras recogidas tras la desamortización en numerosas iglesias y conventos de diversas ciudades españolas.


                               Retablo de la Iglesia de San Benito

                                              

Hay que tomarse tiempo para ver el museo pues contiene varias exposiciones en edificios diferentes como el Palacio de Villena y la Casa del Sol. A nosotros nos toco volver porque cerraban a las dos y no lo habíamos visto todo. 

En la misma plaza de San Pablo otros dos edificios a destacar son el Palacio Real que fue residencia de los Reyes de España y el Palacio Pimentel.

 Iglesia de San Pablo y Palacio de Pimentel

 Palacio Real

El otro entorno monumental de Valladolid lo constituyen la Catedral, la Iglesia de Santa María la Antigua, las ruinas de la colegiata y la Universidad.

  Catedral e Iglesia de Santa María de la Antigua

La Catedral, del siglo XVII, está construida sobre los restos de la antigua colegiata, cuyas ruinas se conservan en la parte posterior. La catedral quedo inconclusa y de las dos torres proyectadas solo se conserva una.

 Catedral y ruinas de la antigua Colegiata

La Iglesia de Santa María la Antigua, que comparte plaza con la catedral conserva restos románicos como la torre y el claustro norte,  pero es de construcción gótica.


 Iglesia de Santa María de la Antigua

A un paso de esta iglesia y de la catedral está el bello edificio de la Universidad de Valladolid en el que destaca su fachada barroca. En la plaza de la universidad se erige una estatua de Miguel de Cervantes. 

 Universidad

 Plaza de la Universidad, Catedral y escultura a Cervantes

Por la tarde "aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid" nos acercamos a dar un paseo por la ribera del río y volvimos otra vez al casco antiguo por la plaza de Zorrilla, contemplando en esta la Academia de Caballería, un legado de la arquitectura neoplateresca de principios del siglo XX y la Casa Mantilla, que como muchas del Paseo de Recoletos sobresale por los elementos decorativos típicos del Modernismo.

  Academia de Caballería y Plaza de Zorrilla

  Casa Mantilla

Día 3: (solo por la mañana)

Estar varios días en una ciudad te permite volver varias veces sobre tus pasos y encontrar otros rincones y edificios destacados como fueron la Iglesia del Salvador donde fue bautizado San Pedro Regalado, patrón de Valladolid. Aunque aparecen datos de su fundación desde el siglo XIII no quedan restos de esa época y su edificación es de finales del siglo XV. En ella  destaca su fachada renacentista y su torre.

 Iglesia del Salvador

El Palacio de Santa Cruz, un edifico renacentista y que se encuentra en la plaza del mismo nombre

 Palacio de Santa Cruz

En la plaza de España, protegidos por una gran marquesina se puede disfrutar de un aperitivo o comprar en los puestos de frutas y flores. A su alrededor se distribuyen edificios destacados como el Banco de España, la moderna Iglesia de la Paz y en la zona central unas bonitas fuentes.


La vista nocturna de Valladolid no decepciona, será por eso que fue premiada en 2011 como ciudad mejor iluminada del mundo y ofrece una ruta turística que llama "Ríos de luz"

  Iglesia de San Pablo y Palacio Pimentel

  Palacio Real

 Catedral


Valladolid posee un amplio abanico de iglesias y conventos, todos ellos de especial interés y de gran importancia en la Semana Santa. Cada uno en mayor o menor medida es digno de visitar pero no se pueden abarcar todos. En el paseo de unos lugares a otros descubrimos la de la Vera Cruz, la de Santiago, la Iglesia de las Angustias, la de San Juan de Letrán,....


   
   Pasaje Gutiérrez

   Iglesia de las Angustias, parte de atrás



Referencias literarias de nuestro viaje

Cesar Pérez Gellida (Memento mori)
" Pero en el Campo Grande la tradición ( comprar comida para los animales) se impone a las normas...."
"paseando por los senderos de Campo Grande, algo inesperado le hizo detenerse en seco,...un pavo real estaba cruzando el sendero..."  


"La fachada de uno de los monumentos más importantes de la ciudad ( Iglesia de San Pablo) le forzó a hacer una parada antes de girarse..."


"Carapocha había llegado a las 12,30 y se había sentado en un banco de la zona ajardinada que adornaba una de las parroquias más emblemáticas de la ciudad (Santa María de la Antigua)


"Esta es la iglesia de San Benito- le ilustró Sancho señalando con un movimiento de cuello para no sacar las manos del plumas"

"...el prófugo no pudo evitar ser invadido por las historias que le contaba su padre sobre aquel conjunto arquitectónico que el conde Ansúrez preside desde el centro de la Plaza. El Emperador siempre alardeaba ..,de que había servido como modelo para el diseño de otras plazas...."


"...y al cruzar el Pisuerga por el puente del Cubo notó que la temperatura descendía algunos grados.." Cesar Pérez Gellida (Dies irae)




OVIEDO

Como se trataba de viajar en tren, decidimos que Oviedo estaba muy bien comunicada con Valladolid. En las más o menos 3 horas de viaje hay que disfrutar del paisaje o la lectura porque no hay alta velocidad de León a Oviedo y nosotros valorábamos esta vez no tener que conducir. Ya habíamos visitado Asturias (Cudillero, Llastres, Ribadesella, Cangas de Onís, Covadonga,...) en otra ocasión con el coche y nos dejamos sin ver Oviedo y Gijón. Asignatura pendiente que ya hemos recuperado.

Día 1

Oviedo, la  Vetusta de Clarín, es una ciudad pequeña, cómoda y encantadora. Es una ciudad ideal para el paseo pues cuenta con muchas calles peatonales, sobre todo en todo el casco antiguo, que describe tan bien en sus novelas Ana Lena Rivera
Tuvimos la suerte de encontrar un hotel muy céntrico y desde el que accedíamos al casco antiguo solo con cruzar la calle. 
Por la calle San Vicente, frente a nuestro hotel y paralela a la antigua muralla que se conserva en la calle Paraíso, entramos en el casco antiguo encontrándonos son el Monasterio de San Pelayo.  El monasterio fue fundado en época medieval bajo la advocación de San Juan Bautista. Sin embargo, con el traslado de los restos de San Pelayo a Oviedo para ser depositados en este convento, varió su designación para denominarse Monasterio de San Pelayo. El edificio ha sido remodelado varias veces, la última comenzó en 1703 con la construcción de la Vicaría con su imponente fachada basada en los palacios barrocos.


Seguimos adelante pasando por la Plaza del Padre Feijoó y el antiguo convento de  San Vicente, hoy Museo arqueológico hasta llegar a la Corrada del Obispo donde se encuentra el Palacio Episcopal y el Claustro de la Catedral




Por la travesía de Santa Bárbara y la calle santa Ana accedimos a la Plaza de Alfonso II.



La plaza de Alfonso II el Casto es el centro del casco antiguo. Alrededor de la plaza hay todo un muestrario de edificaciones de distintos siglos. A destacar:
- La catedral, llamada del Salvador y de estilo gótico está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, este contiene estructuras de estilo prerrománico, románico, gótico (fachada, naves y claustro), renacentista  (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).



- El Palacio de Camposagrado y el de Valdecarzana ambos del S. XVII y ocupados por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.


Por la calle Rua y la de Cimadevilla llegamos a la Plaza de la Constitución donde se encuentra el Ayuntamiento, construido en tiempos de Felipe III, y la Iglesia de San Isidoro, que tiene sus antecedentes en la desaparecida iglesia románica de San Isidoro de la que actualmente sólo se conserva el arco de la portada de acceso, instalada desde el año 1925 en el parque de San Francisco de Oviedo.

   Confluencia calles Rua, Cimadevilla y San Antonio


  Plaza de la Constitución ( Ayuntamiento e Iglesia de San Isidoro)


 Portada románica de la Iglesia de San Isidoro


Desde la Plaza del Ayuntamiento, por la esquina más próxima a San Isidoro, sale una calle hacia El Fontán, quizá la zona más popular de Oviedo y donde se celebra mercado jueves y sábados, además del domingo, cuando hay con un concurrido rastro y donde hay una bonita plaza porticada.





Esta plaza de El Fontán da paso a otro espacio de gran interés, la Plaza de Daoíz y Velarde que preside el Palacio del Marqués de San Feliz, el palacio barroco mayor y más representativo de Oviedo y el único del norte de España privado y habitado.
En la esquina de la plaza de Daoíz y Velarde, al fondo, casi pegada a las cocheras del Palacio, se encuentra bajo ras de suelo y con el acceso cerrado con una verja, una pequeña fuente, que pasa casi inadvertida. Se construyó en 1657. La fuente “cura” la altivez según reflejan unos versos de Luis Tapia.


Cerca de la Plaza de la Constitución queda la Plaza de Trascorrales y la Calle Mom que tienen mucha vida y numerosos restaurantes.
Por la calle Suarez de la Riva salimos del casco antiguo hacia el Campo de San Francisco, donde encontraremos muchas esculturas, una de las más fotografiadas es Mafalda.  Antes de entrar al parque encontraremos al paso el Palacio de la Junta General del Principado de Asturias.




Desde el campo de San Francisco cruzamos a la Plaza de la Escandalera. En el entorno de la Plaza de la Escandalera hay muchos edificios de los primeros “años veinte del XX” y los construidos en esquina, que están rematados por una cúpula son de gran belleza (hay que mirar hacia arriba). Detrás de la Plaza está situado el teatro Campoamor




Este primer día, por la tarde, dimos un pequeño descanso a ver edificios y callejear la ciudad y optamos por ir a conocer la Villa termal de Las Caldas (en autobús, línea G) y dar un paseo por la Senda Verde que discurre paralela al río Nalón disfrutando de la sombra de castaños, abedules y hayas, divisando el escondido castillo de Priorio y atravesar, balanceándonos, el puente colgante que lleva hasta la Central hidroeléctrica de Puerto.

  Villa Termal de Las Caldas
  Castillo de Priorio                


   Río Nalón

  Puente colgante





DÍA 2: 

En el Naranco, el monte al que mira Oviedo, están dos de los cinco monumentos del prerrománico asturiano declarados Patrimonio Mundial. De un estilo único (entre el visigodo y el románico), están a tan sólo 3 kilómetros del centro y se puede ir en autobús urbano (Líneas A2, de subida, y A1, para bajar, cada hora.
Nosotros tomamos la parada de la calle Uria, muy cerca de la estatua a Woody Allen.


Visitamos primero Santa María del Naranco, una construcción que no encaja con un esquema religioso. Se considera que fue un palacio y parte de un conjunto residencial palatino del monarca que ordenó la construcción: Ramiro I.





A tan solo unos 300 metros de Santa María llegamos caminando por la carretera a San Miguel de Lillo que fue en su día una basílica de la que hoy solo se conserva una pequeña parte.




Volvimos a Oviedo a comer y a seguir conociendo el centro de Oviedo recorriendo las calles que parten de la Plaza de la Escandalera como son la Calle Uria, calle Pelayo, la calle Covadonga o la calle Melquiades Álvarez, con fuerte implantación comercial y edificios de interés como la Basílica de San Juan el Real construida a principios del siglo XX con formas neorrománicas y bizantinas.



El convento de Santa Clara, que aunque fundado en el siglo XIII solo conserva la fachada y el claustro de una reforma del siglo XVIII en estilo barroco. Hoy en día es la delegación de Hacienda.



En la calle de la Foncalada confluyendo con la Calle Gascona está la fuente de la Foncalada, el único ejemplo de construcción pública dentro del arte prerrománico. Está considerado el monumento civil en uso continuado más antiguo de España.


Para terminar el día cruzamos el Campo de San Francisco y la Plaza de España y por la calle Trece Rosas llegamos al controvertido Palacio de Congresos, una edificación de Santiago Calatrava tan espectacular y sorprendente pero también tan poco funcional  como algunas de sus obras. Produce una sensación extraña caminar por un edificio tan descomunal pero vacío, ya que solo se utiliza la parte destinada al hotel y en contadas ocasiones el Auditorio y sala de exposiciones.






Referencias literarias de este viaje
" Las baldosas de piedra que cubrían las calles relucían señoriales bajo las farolas de hierro forjado y los edificios centenarios se mostraban, como siempre, elegantes y distinguidos. La ciudad desprendía nobleza"  (Un asesino en tu sombra)


"Imaginé que la plaza de la Catedral y la estatua de la Regenta estarían aún más llenas de gente...." (Un asesino en tu sombra)




" De camino, habíamos admirado las iglesias prerrománicas, que siempre conseguían impresionarme, no por su tamaño, ni por sus adornos, de los que carecían, sino más bien por su sencilla y pequeña solidez que habían aguantado el paso de los siglos en medio del verde intenso de la montaña...." ( Lo que callan los muertos)

                            

"Siempre iban juntos a todos sitios, a misa a San Isidoro, a comprar al Fontán y a dar un paseo por esas calles" ( Lo que callan los muertos)



GIJÓN


Bien comunicada con Oviedo, a media hora en trenes de cercanías que salen cada media hora, se encuentra Gijón, la última ciudad que vistamos en este viaje.
Gijón parece diseñada para protegerse del mar, del viento, de cualquier ataque, con poderosas rocas y acantilados: empezando por el oeste está el Cabo Torres, a continuación el Cerro de Santa Catalina, y por el este cierra la ciudad el Cabo San Lorenzo. 

DIA 1
Empezamos paseando por la Playa de Poniente y el puerto deportivo. Lo que antaño fuera un notable puerto pesquero, de gran tradición en la ciudad, sigue conservando la esencia marinera, y es uno de los paseos y rincones más agradables del Gijón que mira hacia el mar.


Llegamos a la Plaza del Marqués de San Esteban que recibió el nombre por el Palacio que allí se encuentra, hoy llamado de Revillagigedo. En el centro de la Plaza del Marqués se encuentra la estatua de Don Pelayo, primer Rey de los Astures, y uno de los emblemas de la ciudad.
El Palacio del Marqués fue construido entre 1704 y 1721 por el primer Marqués de San Esteban del Mar, pasando a manos de los condes de Revillagigedo en 1899. Es uno de los grandes edificios barrocos de Asturias y uno de los edificios más importantes de la Plaza del Marqués de Gijón. Al lado del Palacio de Revillagigedo está la Colegiata de San Juan Bautista, también del siglo XVIII, y que se utiliza para exposiciones temporales.
Esta plaza es la entrada al barrio de Cimadevilla.



Desde la Plaza y pasando por delante del "Árbol de la sidra", una escultura urbana construida sobre un armazón metálico que sostiene más de 3.000 botellas de sidra vacías, nos dirigimos hacía el Cerro de Santa Catalina, embrión de la ciudad que acoge el barrio más antiguo y más alto de Gijón llamado precisamente por eso, Cimadevilla.  Aquí, las, aparentemente tranquilas, calles de este barrio durante el día cambian completamente al caer la noche, pues es el punto de reunión gracias a sus bares y sidrerías.

  Monumento " Árbol de la sidra"





  Calles de Cimadevilla


  Escaleras del rock   



En la cima del cerro de Santa Catalina  se encuentra el parque del mismo nombre, un bonito espacio verde donde se sitúa el símbolo por antonomasia de la ciudad: la obra Elogio del Horizonte, creada por el escultor Eduardo Chillida. El Mar Cantábrico se abre a vuestros pies y se puede disfrutar de las mejores vistas de Gijón.
 






Bajamos hacía la Playa de San Lorenzo, la playa de mayor tamaño de Gijón, presidida por la Iglesia de San Pedro. Caminar por el paseo marítimo del muro  de San Lorenzo a diferentes horas es un espectáculo pues muda su aspecto a causa de las mareas.
Sus escaleras numeradas se convierten en paradas fijas para contemplar la playa y la Iglesia, y es una buena manera para citarse o encontrarse con alguien.






Por la tarde visitamos otro de los símbolos de Gijón, la Universidad Laboral, hoy Ciudad de la Cultura. 
Como está situada a unos tres kilómetros del centro de Gijón tomamos el autobús L1 que cada quince minutos realiza el recorrido hasta allí.
Es la obra arquitectónica más importante realizada en el siglo XX en Asturias, y el edificio más grande de España.
La Laboral, Ciudad de la Cultura de Gijón, está construido en un estilo clásico.
El patio central o plaza tiene 150 metros de largo por 50 de ancho y la iglesia es  el edificio más espectacular. Es la iglesia de planta elíptica más grande del mundo. Tiene una fachada rodeada por 22 esculturas de santos, y en el exterior sobre el dintel de la puerta, está colocada una imagen de la Virgen de Covadonga.








De vuelta a Gijón recorrimos de nuevo la Playa de San Lorenzo y el barrio de Cimadevilla que era una opción perfecta para cenar.



DIA 2 (solo mañana)
Este segundo día lo dedicamos a callejear y así poder descubrir rincones, bulevares y plazas que nos salían al encuentro.
La Plaza Mayor con su elegante Ayuntamiento y soportales y desde la que se accede a la Plaza del Marqués.

   Plaza Mayor


Calles de Gijón




      

  Basílica del Sagrado Corazón

  Iglesia de San José



Referencias literarias de este viaje
"Según el periódico, primero se había encontrado el brazo en un agujero del muro de la playa de San Lorenzo en Gijón...."  ( Los muertos no saben nadar)



" La posibilidad de que a Santamaría lo hubieran torturado y tirado al agua ene le puerto con el motor en marcha y allí mismo se hubiera enganchado con la hélice se desvanecía por el diseño que protegía el puerto deportivo de Gijón de la fuertes mareas del Cantábrico...." ( Los muertos no saben nadar)



"Había invitado a cenar a su novia en el barrio de Cimadevilla, cena romántica para dos y copa rápida en un bar de moda...." (Los muertos no saben nadar)


"..en Cimadevilla, el antiguo barrio de pescadores, rehabilitado y convertido en la zona más turística de la ciudad. Cimadevila era una península empinada coronada por un parque con vistas al mar adornado con una enorme escultura de Chillida,...." ( Un asesino en tu sombra)

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