lunes, 31 de julio de 2023

NORTE DE NAVARRA


En este viaje tenemos muchos kilómetros por delante, por lo que hacemos un descanso en el camino y paramos en Medinaceli. Lo hemos hecho en otros viajes al norte, pero nunca está de más recrearse en un bonito pueblo, y además ahora tenemos la excusa de presentárselo a nuestros amigos y compañeros de viaje.
Medinaceli nos recibe desde el cerro con su arco romano de tres puertas. Su casco histórico conserva la estética castellana de la arquitectura de piedra y que la ha llevado a declararla Conjunto histórico artístico.






Lo que iba a ser una parada para estirar las piernas y tomar un café, al final se convirtió en un recorrido, aunque rápido, por la bonita población, que sumado a que habíamos salido tarde por cumplir con nuestro deber ciudadano (era domingo de elecciones) hizo que llegáramos a nuestro destino ya de noche.

Pero allí estábamos, al norte de Navarra, transitando por unas carreteras sinuosas y ya con poca luz en las que no adivinábamos que giro de 180º habíamos dado en cuanto al paisaje, desde la Mancha.

Estos días en Navarra nos han servido para conocer las comarcas de las Cinco Villas y el Baztan. Desde esta zona nos hemos acercado también a San Sebastián y a Biarritz.

Cuando pensamos el viaje teníamos una idea de qué pueblos visitar pero luego, sobre la marcha, han ido surgiendo otras propuestas que hemos ido sumando y que  han resultado inabarcables, aunque solo estamos hablando de una zona pequeña de Navarra.

Podríamos decir que lo que tienen en común  todos estos pueblos es que están en la zona más húmeda de Navarra y que se caracteriza por un clima templado gracias a su cercanía al mar y una vegetación de prados y frondosos bosques de robles, castaños y hayas.

Os contamos cómo lo organizamos nosotros, por días, aunque dependiendo del ritmo de cada viajero se pueda abarcar más o incluso menos. Entre paréntesis comentamos otras posibilidades que vimos pero que no pudimos hacer porque después de todo, hay que elegir.

Primer día: Comarca de las 5 Villas y Hondarribia

ETXALAR
Dicen que Etxalar es la joya del valle del Bidasoa y ha sido galardonada con el premio Nacional de turismo. 
Está formada por casas de dos o tres plantas, construidas con madera de roble y piedra y con balcones adornados con coloridas flores. Son viviendas que, por tener, tienen hasta nombre propio. Un apelativo que identifica a la familia más, incluso, que el apellido. Etxalar fue el lugar que escogimos para pernoctar y desde allí realizábamos todas las rutas.  Sin duda acertamos tanto en la elección del pueblo como de la casa rural, llamada Olagaraia, (si quieres conocerla pincha en el nombre), que su dueño atiende con simpatía y detalle.

Muchas de las construcciones dan testimonio del pasado indiano de la zona, y se distribuyen en los distintos barrios del casco urbano, separados todos ellos por los ríos y regatos que lo surcan. 
Los escudos en las fachadas reflejan la hidalguía de sus habitantes; el tamaño de la construcción y otros detalles indican si es un palacio de indianos o casa de labor; la separación entre casas (ya estén en una aldea, en un pueblo o aisladas en un caserío) muestra que cada construcción tiene entidad propia.










La iglesia medieval se encuentra en medio del pueblo. Está dedicada a la Virgen de la Asunción y en su jardín se pueden admirar las estelas discoidales o monumentos funerarios del siglo XVIII.


El crucero de Iñarreta que tiene la curiosidad de que fue reproducido para la exposición iberoamericana de Sevilla en el 1929 para el patio del pabellón de Navarra que representaba un claustro románico.

Puentes antiguos de piedra de sillar y ojo único cruzan los afluentes del Bidasoa. Hay también presas que servían para desviar el agua a los distintos molinos o también como lavadero.


LESACA
A una distancia de 8 Km se encuentra Lesaca. En la comarca llamada de las cinco villas este es el pueblo más importante. Destaca por su bonita y cuidada arquitectura y por sus calles vimos diversos puentes y fuentes. Está atravesada por el río Orín.
En este tranquilo pueblo pudimos ver estos testimonios de su patrimonio cultural:

La plaza Zaharra, que está rodeada de casas señoriales y tiene el encanto de antaño. También destaca en ella el quiosco de la música y el ayuntamiento.



Lesaka cuenta con varias casas-torre a lo largo de su entramado de callejuelas. La Torre Zabaleta es una de las más destacas debido a su arquitectura defensiva medieval y a su situación a las orillas del río.



La Torre Minddurenea, ubicada en la Calle Zarandia y erigida en el s.XIV, es probablemente el edificio más antiguo de Lesaka y otro perfecto ejemplo de estas antiguas torres de linaje medievales.


Ubicado frente a la Torre Minddurenea se encuentra El Pillirik, una columna de piedra en forma de cruz donde se ajusticiaba a la gente colgándolos de la lengua, a los que blasfemaban de la Iglesia o habían cometido malos actos. 


La Iglesia de San Martín de Tours está considerada  una de las más importantes de Navarra y es un ejemplo de arquitectura religiosa de dimensiones catedralicias. Sorprende tanto desde fuera como desde dentro por el magnífico retablo, la virgen de Carmona y el órgano declarado bien de interés cultural. ( Pongo un video para que se aprecie más su belleza).

 





BERA
La villa destaca por su conjunto urbanístico, lleno de numerosas casas señoriales de los siglos XVII y XVIII
Además de los edificios señoriales vimos la Casa Consistorial, de estilo neoclásico y con singulares pinturas en sus fachadas




Y la Iglesia de San Esteban, de estilo gótico tardío, con un órgano de 1895.





(Sunvilla y Arantza son las dos poblaciones que completarían las cinco villas de montaña pero nosotros en estas dos no nos detuvimos, aunque desde el coche, en el viaje de vuelta a casa, pudimos atisbar que  Sunvilla es muy bonita)


HONDARRIBIA

Después de comer cambiamos de zona y nos fuimos a Hondarribia. Hace unos años, en un anterior viaje a San Sebastián ya la habíamos visitado, pero nos alegró volver pues, aunque el día no nos acompañó mucho, descubrimos cosas nuevas. ( En el viaje anterior  no llovía por lo que algunas fotos son de aquella ocasión)
Hondarribia está situada en la costa vasca, en la desembocadura del río Bidasoa que no habíamos dejamos de ver en todo momento moviéndonos por la zona.
Es un pueblo pesquero, con una arquitectura tradicional. 
 

Callejeando se pueden ir viendo la variedad de casas con maderas de distintos colores y parecen un muestrario en la Plaza Armas y en la Plaza de Guipúzcua.




Al final de la calle Mayor está la Iglesia Santa María de la Asunción y del Manzano, construida entre los siglos XV y XVI sobre un tramo de la antigua muralla y una antigua iglesia románica.
Es de estilo gótico con elementos renacentistas y barrocos.

 







Hondarribia ha sido un pueblo de marineros, que se fueron asentando fuera de las murallas y más cerca del puerto, formando el pintoresco barrio de la Marina. Sus centenarias casas de madera de colores eran decoradas con el excedente de la pintura de los barcos.



Después de pasear por la calle San Pedro salimos de nuevo al paseo marítimo en el que nos llamó la atención cómo llegan los aviones al aeropuerto de San Sebastián que se encuentra allí.




SEGUNDO DÍA: Valle de Baztán 

ELIZONDO

No sabía la escritora Dolores Redondo la curiosidad que despertaría en muchos lectores de sus novelas por conocer Elizondo. Por lo menos esto es lo que nos llevó a nosotros a conocer este pueblo.

Elizondo es la capital del Valle del Baztan. La arquitectura de Elizondo llama la atención por sus casonas señoriales y sus calles empedradas. 


Son bellos también sus puentes medievales y cuando nos asomamos al río Bidasoa nos atrapa ese murmullo que genera tanta paz. Nos encanta el ruido del agua.



Las cosas más destacables de Elizondo son:
El Puente Muniartea y la presa del Txocoto. Desde el Puente medieval Muniartea se ve la presa que retiene al Bidasoa y que data de finales del siglo XIV. Es una estampa preciosa y muy característica.




Una de las localizaciones de la trilogía del Baztán es la casa de la tía Engrasi que está en la calle Braulio Iriarte, frente al paseo del río. Su arquitectura es la típica de la zona, con su arco a la entrada, sus bancos de piedra y su balcón decorado con geranios.


Y también el obrador de las Mantecadas Salazar o lo que en realidad es la Panificadora Baztanesa, que lleva más de 50 años en marcha. El obrador fue escenario de la película y el dueño ha querido conservar el rótulo de «Mantecadas Salazar» en la fachada. Tras el éxito de la trilogía, el obrador ha empezado a comercializar txantxigorris un dulce que compramos pues justo habíamos aparcado allí.


La iglesia de Santiago fue 
construida entre 1916 y 1925, sustituyendo a la antigua iglesia, que era del siglo XVI y se ubicaba en la plaza de los Fueros.  La antigua iglesia sufrió importantes desperfectos en las fatales inundaciones del 2 de Junio de 1913. Su exterior es precioso, con dos altas torres y la fachada realizada en sillar rojo. Como el día que visitamos Elizondo celebraban la fiesta de Santiago estaban celebrando una misa muy solemne.





El Palacio del Conde o “Palacio de Arizkunenea” data de la primera mitad del siglo XVIII y es de estilo barroco. Su fachada posee un curioso escudo lleno de imágenes como: leones, hojarasca, niños…Hoy es propiedad municipal y alberga la Casa de Cultura.



El Ayuntamiento es de finales del siglo XVII, otro de los edificios barrocos más significativos de la localidad. Situado en la Plaza de los Fueros, el edificio destaca por su forma rectangular con tres arcos de medio punto en la parte inferior.
Fue curioso ver la Plaza de los Fuero vacía a primera hora y luego animada por los bailes típicos 




Hay un museo dedicado a conocer las tradiciones del Valle pero como estaban de fiestas permanecía cerrado





IRURITA
Irurita es la segunda población de Baztan por número de habitantes. Se trata de una población señorial en la que los palacios y casas blasonadas son casi más abundantes que las simples mansiones, destacando la construcción medieval gótica del siglo XV denominada Dorrea o Jauregizarra, típica torre de linaje que en 1496 fue encuadrada entre las doce casas más antiguas del Reino de Navarra.


 
Destaca también la Plaza de la Duquesa de Goienetxe y la casa que llaman Gastón o Etxeberria, ejemplo de palacio torreado del XVIII.




Destacar asimismo la casa llamada “Indakoetxea” o “Palacio de los Duques de Goienetxe”. Presiden la fachada principal de la casa, además de los correspondientes escudos de armas, dos víctores concedidos a dos hijos ilustres de esta casa:

La iglesia de San Salvador fue construida en 1739, probablemente sobre una iglesia anterior





AMAIUR (MAYA)
Amaiur es el último de los pueblos de Baztán.  La iglesia y un portillo en arco de medio punto nos da la bienvenida al pueblo.


Amaiur es un pueblo muy pequeño, el típico pueblo-calle en el que sus casonas y palacios están alineados paralelamente a lo largo de la calle principal, en una cuesta.
Las casas con entramados de madera y con hermosas balconadas y con anchos aleros que se encargan de recordar el clima lluvioso que también nosotros pudimos soportar. 





 
Un monumento situado en lo alto del pueblo, en el montículo de Gaztelua, nos recuerda la heroica gesta en el año 1522 de los últimos defensores del “viejo reyno” de Navarra contra la anexión a la Corona castellana. Y es que allí se encontraba e
l castillo de Amaiur,  uno de los últimos bastiones del Reino de Navarra, y que quedó destruido  tras resistir mucho más tiempo del previsto por las tropas del emperador Carlos.

 


URDAX
Si Amaiur es el último pueblo del Baztan, Urdax es el último pueblo del norte de Navarra, ya fronterizo con Francia y en el inicio de los Pirineos.
Urdax nació con el desarrollo del monasterio de San Salvador a partir del año 1774, por lo que este es el monumento más importante de la villa. El edificio empezó siendo un hospital de peregrinos durante el Camino de Santiago que atraviesa el Baztán, pero su aspecto actual tras varias reformas data de los siglos XVI-XVIII


Paseando por sus calles se puede apreciar claramente el contraste entre el aire tradicional de algunas de sus casas y el estilo señorial de otras.
En la Edad Media se desvió el cauce del río para hacer canales que movieran los diferentes molinos.


Otro de los reclamos de Urdax son sus cuevas, que datan del Paleolítico superior, pero nosotros no llegamos a tiempo de verlas.

( Para este día también nos habían recomendado el Parque Natural del Señorío de Bertiz a orillas del Río Bidasoa, en un pueblo llamado Oieregi que está de paso para Elizondo, pero como en el momento que pasábamos por él estaba lloviendo, lo desestimamos)



TERCER DÍA: 
SAN SEBASTIÁN

La corta distancia que había desde el pueblo que escogimos para pasar estas vacaciones ha hecho posible que volvamos a San Sebastián. ( Algunas de las fotos las hemos recuperado de ese viaje) 
La ciudad donostiarra se extiende por una bahía de arena blanca entre los verdes montes Urgull e Igueldo, formado la playa de la Concha. 
Lo primero que hicimos fue asomarnos a esta bahía, no sin antes, y como buenos manchegos, hacernos una foto junto a la fuente de Don Quijote y Sancho situada en la Plaza de Cervantes, frente al Ayuntamiento.





La playa de la Concha es uno de los emblemas de la ciudad. Empezando desde el ayuntamiento y hasta el peine de los vientos se convirtió en un agradable paseo para ir contemplando la isla de Santa Clara, las edificaciones al lado de playa como el balneario de la Perla,  o  la conocida barandilla de la Concha y sus farolas, que se han convertido en imagen del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

 




El Peine del Viento es un grupo de esculturas de acero situado al final de la playa Ondarreta. Diseñado por el escultor local Eduardo Chillida, forma probablemente otra de las imágenes icónicas de San Sebastián.


Quien hizo realmente famosa a San Sebastián fue la reina regente María Cristina que estableció allí su residencia durante los veranos en el Palacio de Miramar.
El Palacio Miramar es una mansión de estilo inglés situado en uno de los rincones más bonitos San Sebastián, la colina que separa las playas de la Concha y Ondarreta.

 



La evidencia de este glamuroso pasado se puede apreciar todavía hoy.


Nos acercamos luego al casco viejo, era la hora de comer y no hay nada más típico que probar los pinchos en los diferentes bares de la zona. A nosotros nos recomendaron algunos y aquí los sugerimos también porque quedamos contentos: La Cofradía, Gandarias, Casa Bergara, La cuchara de San Telmo, La Viña,...
En esta zona veremos calles muy animadas

 

Y también algún monumento interesante como la Iglesia de Santa María del Coro o la iglesia de San Vicente.

 


Seguimos callejeando hasta la Plaza de la Constitución, centro neurálgico de la parte vieja y la principal de toda la ciudad, sede de los grandes festejos y celebraciones, como por ejemplo la izada de la bandera en el día grande. Llaman la atención los números que hay en cada una de las ventanas de las viviendas que dan a la plaza y que hacen referencia a los palcos que antaño se utilizaban para ver los toros pues la plaza se convertía en ruedo.

 


La Plaza Gipuzkoa, una encantadora plaza presidida por el edificio de la Diputación, en estilo neoclásico y el primer parque público construido en la ciudad de San Sebastián.


Llegamos a la Catedral del Buen Pastor de estilo neogótico, construida con piedra arenisca de las canteras del Monte Igueldo y dotada de gran variedad de elementos decorativos como sus vidrieras.




Detrás de la iglesia pudimos ver otros dos edificios de interés arquitectónico como son el Edificio de correos y la Biblioteca.




Además de ser una ciudad bañada por el mar, San Sebastián cuenta con un hermoso río integrado que recorre toda la ciudad, el Urumea. Ambos márgenes del río se pueden recorrer por preciosos y elegantes paseos y avenidas arboladas. El puente de María Cristina se considera el más bonito y elegante.


A los márgenes del Urumea se encuentra el Hotel María Cristina y el Teatro Victoria Eugenia, fruto de la época de esplendor de San Sebastián como centro turístico de la aristocracia y la burguesía europea.

Al otro lado, el Kursal, un complejo arquitectónico moderno constituido por un gran auditorio, una gran sala de cámara, salas polivalentes y salas de exposiciones. Y en el mismo lado,pero enfrente del puente de María Cristina, otra lugar de exposiciones: Tabakalera, una antigua fábrica de tabaco que con una buena intervención se ha convertido en Centro internacional de Cultura Contemporánea.

 
 



CUARTO DÍA: Cuevas de Zugarramurdi y Biarritz

ZUGARRAMURDI


Zugarramurdi es un pueblo pequeñito que se encuentra en un entorno espectacular. Su fama se debe a la famosa cueva de las brujas y la historia de que allí se juzgaron a 53 penitentes injustamente acusados de brujería en la época de la Inquisición.
La cavidad principal de la Cueva fue excavada por una corriente de agua, aún hoy muy caudalosa, denominada la Regata del Infierno.
El recorrido es circular, con leves pendientes o bajadas al río Olabidea que se atraviesa por pequeñas pasarelas y varias cuevas.
La más grande y espectacular fue escenario de la película "Las brujas de Zugarramurdi".






 



SARE
Después de ver Zugarramurdi decidimos pasar a Francia y dirigirnos a Biarritz, pero antes comimos en Sare, un pueblo francés pero de cultura vasca.
El principal edificio de Sare es la Iglesia de San Martín, una enorme iglesia construida en el siglo XVI. 

 

El edificio por dentro es muy curioso, con una balconada de madera de tres pisos que es preciosa.




Junto al reloj de la torre, hay una frase en euskera que dice: Oren guziek dute gizona kolpatzen azkenekoak du hobirat egortzen (todas las horas golpean al hombre, la última lo envía a la tumba).




BIARRITZ

Biarritz es una ciudad situada frente al mar y que antaño fue elegida por la realeza europea como lugar de vacaciones. A mediados del siglo XIX la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, descubrió Biarritz y se enamoró de sus 6 kilómetros de playas de fina arena, acantilados y agua marina terapéutica. La cultura surfera tiene mucha tradición en la localidad.


 






El Hôtel du Palais está situado frente a la playa Grande.  La construcción de este inmenso palacio comenzó en 1855, sin embargo, con la caída de la dinastía bonaparte en 1870, el futuro del Hôtel du Palais quedó incierto. Según la documentación que hemos podido leer el nuevo gobierno embargó prácticamente todos los objetos de valor del interior del palacio y, finalmente en 1880, la emperatriz se marchó de Biarritz y el palacio fue vendido. El edificio fue transformado luego en un lujoso hotel-casino.


Existe además otro casino, el Casino Municipal construido en 1929 en estilo art decó y es uno de los principales símbolos de Biarritz.


La ciudad está formada en su mayoría por casas burguesas y mansiones, además de pisos de vacaciones.

 






En nuestra caminata hasta el centro pasamos también por el edificio que hoy alberga el teatro y sala de espectáculos. Cuando hemos querido saber más del edificio hemos descubierto que es la antigua estación de tren de Biarritz, el Gare du Midi  , cerrada en 1980. 
Construida en 1911-1912 en estilo Art-déco fue completamente renovada y transformada en 1990. 

La Iglesia de San José, abierta al culto desde 1895, fue originalmente la capilla del convento de los Padres Dominicos.

Nada más entrar, la mirada se centra en el altar mayor, de mármol blanco calado con columnas rosas, sobre el que cuelga un magnífico Cristo en la cruz. La nave tiene una hermosa bóveda de crucería.




La Iglesia de Sainte Eugenie se encuentra junto al puerto de Biarritz, entre los acantilados. Un templo que fue construido entre los años 1898 y 1903 sobre una pequeña capilla románica.


Con la esperanza de volver por la zona porque ofrece muchas posibilidades, aquí termina nuestra crónica.