jueves, 15 de mayo de 2025

MATARRAÑA Y DELTA DEL EBRO

Aprovechando nuestro viaje a San Carles de la Rápita con el Imserso decidimos conocer los pueblos del Matarraña más cercanos, hacer la Ruta del Parrizal del Beceite y el Parque Natural del Delta del Ebro.

Pero empecemos por el lugar que nos sirvió de base y cuya ubicación nos pareció la más estratégica para conocer todo.


San Carles de la Rápita

San Carles de la Rápita es una población con un entorno privilegiado, pues tiene unas bonitas playas y muy cerca el Delta del Ebro para disfrutar de excursiones para el avistamiento de aves


           




    



El puerto deportivo es uno de los más importantes de la Costa Dorada y del Delta del Ebro y es un lugar ideal para pasear y disfrutar de la vista de los barcos.

     


El parque de Garbí es un remanso verde en el centro del paseo marítimo de Sant Carles.

  


Un paseo por la zona más antigua nos llevó a la plaça de Carles III donde se encuentra la Iglesia de la Santísima Trinidad y en la que destaca también la Casa Laureano.


   

               


  


        
  


El edificio de la Esglèsia Nova forma parte de la ciudad neoclásica que Carlos III pretendía levantar junto al puerto dels Alfacs. En realidad estaba proyectado como un edificio civil, pero al no concluirse se terminó más adelante como una iglesia.


Desde el mirador de la Guardiola se puede contemplar la estampa típica de La Rápita, donde lagunas, puerto, la punta de la Banya, etc se ven a vista de pájaro.

    


     







Parque Natural del Delta del Ebro 


El término municipal de San Carles de la Rápita cubre una porción del Delta del Ebro por lo que es casi obligado desplazarse hasta la desembocadura del Ebro, así como recorrer las lagunas salinas que se forman a su alrededor y ver los  cañaverales, arrozales y canales que surcan todo el paisaje.

  



El primer día de recorrido por esta zona nos dirigimos a la laguna de la Encanyissada, un lugar muy importante de nidificación.



En este punto se encuentra también la Casa de Fusta y un centro de información con forma de barraca.
La Casa Fusta es una emblemática edificación de madera construida a principios del siglo XX por un grupo de cazadores atraídos por la avifauna del Parque Natural del Delta del Ebro.

  


Luego nos dirigimos por el Poble Nou del Delta hasta la laguna La Tancada, otro espacio perfecto para la observación de aves, sobre todo flamencos.

  














LLegamos por último al Trabucador, un brazo de arena que se adentra en el mar conectando el Delta del Ebro con la Punta de la Banya, y en el que se pueden ver dos playas diferentes: una playa exterior, que da al mar Mediterráneo y una playa interior, en la Bahía.

 












Otra tarde fuimos a la Desembocadura del Río Ebro que contemplamos desde el mirador del Zigurat, y desde allí un paseo andando hasta la playa de Riumar, de extensas dunas, para volver  al mirador por una senda donde hay otros miradores a la Bassa del Garxal. (En esta zona acabamos llenos de picaduras de mosquitos así que recomendamos llevar algún repelente)

  

 


   



COMARCA DEL MATARRAÑA

Una de las principales razones que nos llevó a San Carles de La Rápita, además de disfrutar de la naturaleza en el Parque del Delta del Ebro fue la de conocer la comarca del Matarraña y en concreto dedicamos dos días a los lugares que indicamos a continuación.

Parrizal de Beceite

La ruta conocida como Parrizal de Beceite es un paseo fantástico entre paredes de piedra que se recorre por el mismo lecho del río Matarraña.


           

                 


                

Se la conoce también como la ruta de las pasarelas, pues muchos trayectos del sendero están habilitados con ellas para seguir el curso o cruzar el río y desde ellas contemplar las pequeñas pozas de aguas transparentes.


  


                      


      


   
          
 

La senda termina en Los Estrechos, donde el río se encañona entre grandes paredes  y sobrecogedoras agujas de piedra conocidas como Les Gubies.


   


     


                        


Beceite

Al pueblo de Beceite se accede por el bonito y bien conservado puente de piedra  del siglo XV. 

     

Antes de cruzar el puente se puede ver la ermita de Santa Ana, una construcción gótico-renacentista realizada en piedra tosca.


Beceite es un pueblo amurallado y conserva el encanto de los pueblos de la época medieval. Por ello para adentrarse en el pueblo hay que traspasar  los portales de la muralla, algunos con hornacinas como el Portal de San Gregorio,

  

el de San Roque,

   

o el de la Virgen del Rosario. Estas hornacinas solo se abren en fechas señaladas.


















Hay otros más sin hornacinas como el Portal de Villanueva

  

o el del Coll en la Calle del Pilar 

  

En la plaza de San Bartolomé se encuentra la Iglesia de San Bartolomé y el Ayuntamiento.


 

El ayuntamiento tiene una bonita lonja gótica debajo.


Al recorrer las calles nos sorprenderán sus casas-palacio y rincones como La acequia, que son los antiguos lavaderos públicos.

   

Valderrobres

El pueblo de Valderrobres posee un patrimonio arquitectónico muy llamativo que te traslada a la época medieval cuando cruzas el puente de piedra y paseas por las callejuelas empedradas de su precioso centro histórico, coronado por el castillo y la iglesia de Santa María.

               

Una vez que se cruza el puente está el Portal de San Roque, construido entre los siglos XIII y XIII en sillería, tiene su puerta flanqueada por dos leones de piedra que proceden del castillo y está coronada por una hornacina con la imagen de San Roque.

   


Después se llega a la Plaza de España, un espacio abierto rodeado de casas señoriales y presidida por el Ayuntamiento, edificio del siglo XVI de estilo renacentista y uno de los principales edificios que visitar en Valderrobres.

   


Otro de los edificios históricos de esta plaza es la Fonda La Plaza, una de las más antiguas de España, construida en el siglo XIV, y que todavía se utiliza como hotel y restaurante.


Las calles de Valderrobres son empedradas y están rodeadas  de casas de piedra dispuestas en tres plantas: en la planta baja se guardaba el ganado, la primera era donde vivían las familias y la superior se almacenaba el grano para que estuviese ventilado. Destacan las calles de San Roque, Goya, Cuesta Carbón, Subida de la Iglesia y Portal de Bergós.



      
           

     

         

                     



El recorrido por el centro histórico termina en la parte alta con la visita al Castillo y la Iglesia y hay unas bonitas vistas desde un mirador al que se accede por el Portal del Bergós de la antigua muralla.

                  


El Castillo fue construido en el siglo XIV en torno a una roca natural y fue considerado más un palacio que una fortaleza militar, ya que apenas cumplía funciones defensivas.

   

La Iglesia de Santa María la Mayor es uno de los mejores ejemplos de gótico levantino en la provincia de Teruel y fue construida en la segunda mitad del siglo XIV.

     

         


Cretas

Esta población está situada entre Valderrobres y Calaceite y es muy pintoresca.

Al llegar al pueblo nos encontramos enseguida con la Iglesia de la Asunción, de estilo gótico-renacentista y con una magnífica portada manierista.

        


Enfrente está la calle de la Iglesia y desde allí cruzamos el Portal de la Casa Sapera, una residencia familiar del siglo XV. La puerta pertenecía a la muralla urbana del pueblo.


      

Desde allí recorrimos la Calle Mayor de la Villa, una de las  más antiguas e importantes que ver en Cretas y que va a desembocar en la Plaza Mayor.

       


Se llega a la Plaza Mayor presidida por una magnífica columna central culminada con el escudo del pueblo en piedra y conocida como el Rollo de Justicia.

En esta plaza encontramos también el Ayuntamiento.

     


             


En la calle Francisco Turull se encuentra la Casa Turull, una imponente casa solariega de estilo barroco de mediados del siglo XVIII que destaca por su balcón apoyado sobre ménsulas de piedra decoradas con cabezas.



En la calle San Antonio de Padua está el Portal Capilla de San Antonio de Padua, construido en piedra de sillería y es otro de los lugares más bonitos que ver en Cretas.
El portal formaba parte de la antigua muralla de la villa medieval y en el siglo XVIII se le añadió una capilla en la parte superior, financiada por la rica familia Turull.


Además del Portal de San Antonio de Padua se conserva el portal capilla de San Roque, construida en el siglo XVII, junto a un hospital. 


Estos pueblos hay que callejearlos pues a cada paso descubrimos rincones agradables como los arcos de la Calle Carnicería y otros.

           

                      



Al salir de Cretas se encuentra la Ermita de la Misericordia que fue construida en el siglo XVI en estilo gótico levantino y  podría haberse construido reutilizando parte de los materiales del antiguo templo que se levantaba desde el siglo XIII en la parte alta de Cretas.

   



Calaceite

Calaceite también conserva un precioso centro histórico medieval.

Después de aparcar el coche en la parte baja del pueblo  empezamos la ruta cruzando el Portal de Orta, la puerta de la muralla que se caracteriza por albergar en su parte superior la Capilla de San Antonio de Padua, construida a mediados del siglo XVIII.
En la actualidad solo se abren las puertas de esta bonita capilla barroca durante la festividad del santo, el 13 de junio y los nueve días anteriores.

           


         


Después de cruzar el arco, por la calle San Antonio llegamos a los Porches y Portal de la Plaza de España, conocida también como Plaza del Sitjar donde se encuentra el Ayuntamiento de estilo renacentista y otros bellos edificios de piedra.

          




      

Como curiosidad, una de las casas que rodean la plaza, conocida como Casa Jassà, está reproducida en el Pueblo Español de Barcelona.

Saliendo de la Plaza España por la calle de la Iglesia llegamos a la Iglesia Parroquial de la Asunción, con una imponente fachada decorada con columnas salomónicas, el escudo de Calaceite y coronada por una hornacina con la imagen de la Virgen.

   


       
Construida en el siglo XVIII sobre los restos de la antigua iglesia gótica de Santa María del Pla, este templo se ha convertido en una de las joyas barrocas más importantes de Teruel y la comarca del Matarraña. El interior sigue el modelo de la Basílica del Pilar de Zaragoza  con tres naves de la misma altura, capillas laterales y coro alto.

     
     
  


De las bonitas calles de Calaceite destaca la Calle Maella, la más señorial.
Esta calle que lleva hasta el Portalet de Maella, está repleta de palacetes, casas de estilo medieval y edificios heráldicos. Todas ellas se caracterizan por sus portales de piedra de sillería, balcones de forja y escudos nobiliarios.

   

           


El Portalet de Maella, una antigua puerta de la muralla defensiva de la villa, tiene en la parte superior una capilla barroca dedicada a la Virgen del Pilar que abre las puertas en la festividad de la Virgen del Pilar y la del Corpus.

  

Y por supuesto, moviéndonos por sus calles descubrimos otras calles con interesantes rincones

   

  
        


y la calle Mayor

   



La Fresneda

Cada pueblo del Matarraña es precioso y no puedes elegir cuál es más bonito que otro.

Aunque este día ya habíamos visto Cretas y Calaceite, La Fresneda tampoco nos decepcionó.

Desde el lugar donde aparcamos nos dirigimos a la zona monumental por la calle Pescadería

   

hasta llegar a la Plaza Mayor, una plaza triangular rodeada de casas señoriales con soportales y presidida por la Casa Consistorial, una joya renacentista del siglo XVI.

En la parte baja del ayuntamiento estaba la Lonja.

     


Bajando por la Calle Mayor, que antiguamente estaba porticada por ambos lados, fuimos observando la magnífica arquitectura de estilo medieval de los edificios del centro histórico

  

 

hasta llegar a la calle Empedrada donde se encuentra el Palacio de la Encomienda, vivienda habitual del comendador de la Orden de Calatrava. Un palacio de estilo renacentista construido en piedra de sillería, y que se caracteriza por sus tres arcos de medio punto sobre columnas jónicas, sus balcones forjados, una pequeña galería de arquillos aragonesa y el fantástico escudo de armas de la Orden. 

       


Al final de esta calle descubrimos la Capilla del Pilar un templo de fachada barroca construido a finales del siglo XVII.


Volvimos sobre nuestros pasos al la Plaza, donde en uno de los  vértices  se ubica el Portal de Xifré, arco de medio punto y el único acceso que se conserva de la antigua muralla que rodeaba la villa medieval.

     

Desde aquí empieza una leve subida hasta la Iglesia de Santa María la Mayor (misma advocación que en Valderrobres) de origen medieval y conocida también como de la Virgen de las Nieves.


  



La Fresneda tiene también un castillo construido por los árabes sobre un antiguo asentamiento íbero y que se divisa muy bien desde la ermita de Santa Barbara levantada sobre un cerro rocoso.

   

          


Subiendo por un serpenteante camino flanqueado por cipreses se van viendo las etapas de un Vía Crucis hasta llegar a la cumbre donde se encuentra esta construcción barroca de mediados del siglo XVIII, convertida en fortaleza defensiva durante las guerras carlistas, lo que se tradujo en su destrucción y su estado ruinoso actual.




    



Coronando la plataforma central superior de la colina de Santa Bárbara, a escasos metros de la ermita, encontramos una curiosa instalación en el suelo 
formada con piedras debidamente colocadas que forman una doble espiral de nueve brazos en forma de caracol que se van abriendo en torno al punto central que apareció de forma enigmática una noche en la década del 80 en el siglo XX.






En la ruta de este día nos llamó la atención el pueblo abandonado de El Mas del Labrador que durante la Guerra Civil Española quedó prácticamente destruido y  deshabitado, pero que conserva la iglesia parroquial de San Juan Bautista que fue reconstruida.

     

    




   

Tortosa

Como nos alojábamos en La Rápita, la población de Tortosa fue otro de los destinos que escogimos para hacer otra excursión, pues se encuentra a una media hora.
Tortosa es conocida como la ciudad del Ebro gracias a su fachada fluvial.

La Catedral es uno de sus monumentos más destacados. Su fachada es barroca y está inacabada. El interior es de estilo gótico.



Uno de los elementos más singulares del edificio es la cabecera, formada por un ábside semicircular rodeado por una doble girola con capillas comunicadas, caso único en Cataluña.
 

                   

         


        


Además del retablo mayor, otra joya de la Catedral de Tortosa es la capilla de la Virgen de la Cinta, Mare de Déu de la Cinta, de estilo barroco.

   



En el recorrido de visita nos encontramos primero con unos túneles que fueron usados como refugio en la guerra civil.

  


Luego se pasa al refectorio, hoy convertido en museo con varias salas

      

  

Sorprendentemente el coro renacentista de la catedral está situado en el antiguo dormitorio.


    

Mas tarde pasamos al claustrouna de las partes más antiguas del complejo, del siglo XIII.


     


  




Las calles cercanas a la catedral ofrecen rincones únicos.

        

    

  

                  




     


Y otras iglesias como la del Real Monasterio de la Purísima Concepción Victoria, la de la Concepción o el Monasterio de Santa Clara.

       



Los Reales Colegios son otro tesoro de la ciudad y la pieza más importante y destacada del estilo renacentista en Cataluña. El conjunto arquitectónico está formado por tres edificios: el Colegio de San Jaime y San Matías (actual sede del Archivo Comarcal del Baix Ebre), el Colegio de San Jorge y Santo Domingo (que alberga la Escuela Oficial de Idiomas) y la iglesia de Santo Domingo (hoy reconvertida en Centro de Interpretación del Renacimiento). 

    


     

  

 

El patio del Colegio de San Jaime y San Matías, considerado único en Cataluña, tiene representados los bustos de los reyes de la Corona de Aragón, desde Ramón Berenguer IV hasta Felipe IV.

         

        


    



Tortosa conserva una potente muralla, una red de fortificaciones y  el castillo de la Zuda, un interesante testimonio arquitectónico de la ciudad andalusí donde hoy se ubica el Parador de Turismo de Tortosa.



   
    

 

La panorámica de Tortosa y el Ebro desde el Castillo es impresionante.


      




En la ciudad se pueden ver buenos ejemplos de la arquitectura modernista como el Mercado Municipal y otras casas. 
          




El antiguo puente del ferrocarril y el puente del Estado son ideales para disfrutar contemplando las magníficas vistas del Ebro.